El objetivo es atenuar el impacto que ha tenido en estos sectores la subida de costes como el gasóleo, así como paliar los efectos de la sequía, de tormentas y de virus que merman la producción.

Estas fuentes recuerdan que el reglamento del IRPF faculta al ministerio para autorizar, con carácter excepcional, una reducción de los módulos aplicables a actividades económicas cuyo desarrollo se vea afectad por incendios, inundaciones u otras causas no habituales.

Adicionalmente, la orden prevé una reducción del 2% en el rendimiento neto del IRPF de estos sectores, para minorar los costes la subida del gasóleo en 1999. El resto de los beneficios se distribuirá entre agricultores y ganaderos de 11 comunidades autónomas que el año pasado ser vieron perjudicados por tormentas, sequía, virus y caídas de precios.

Estas medidas pueden suponer una reducción media de 85.000 pesetas del rendimiento neto, enel caso de agricultores afectados por la sequía. En el de un ganadero, esta media se puede elevar hasta las 390.000 pesetas.

El ahorro fiscal que se calcula para el sector es de 17.400 millones de pesetas, de los que 2.400 millones de pesetas corresponden a la rebaja del 2% y 15.000 millones al resto de medidas acordadas.