Iranzo explicó a Servimedia que se va a reducir el número y la cuantía de las devoluciones, y que además aumentará el numero de contribuyentes eximido de presentar declaración, lo que abaratará los costes.

Añdió que esta decisión es "absolutamente lógica", puesto que el Estado ya no necesita retener tanto en las nóminas para destinarlo a la financiación del déficit publico, al haberse reducido éste.

El director del IEE calculó que las nóminas más bajas podrán ahorrarse en retenciones algo más de 30.000 pesetas al año, lo que también tendrá un efecto positivo en el consumo privado.

A su juicio, esta decisión del Gobierno constituye un "paso previo" para la reforma en profundidad de este impuesto que s tiene que acometer este año.