Tras una reunión con la cúpula de la patronal, Borrell explicó su coincidencia con Cuevas en que hubiera sido mucho mejor actuar sobre las cotiaciones sociales que hacerlo sobre este impuesto.

Según el candidato socialista, ambos estuvieron también de acuerdo en la preocupación que les provoca el posible impacto que esta reforma pueda tener en la actual coyuntura económica mundial, después de las crisis de las bolsas.

En una reunión definida por Borrell como un "reencuentro entre viejos conocidos", que ha resultado "amistosa, amable, cordial y fructífera", el dirigente socialista y Cuevas analizaron también la situación del sistema de Sguridad Social y del empleo.

En este sentido, aseguró que el problema del desempleo "requiere muchas soluciones a la vez" y la reducción de la jornada laboral "no es la única y universal", sino una más que debe ir acorde con incrementos de productividad y debe ser una forma de reflejar un nuevo modelo de organización social.

Borrell se mostró convencido de que los empresarios entienden que el futuro social no pasa sólo por repartir la renta "a golpe de subsidio", sino también por repartir el trabjo necesario para producirla.

Ambos acordaron mantener encuentros periódicos y organizar grupos de trabajo para buscar soluciones, intentando hacer compatible la cohesión social con la competitividad de las empresas.