Villa, que encabezaba la marcha en una silla de ruedas junto a la pancarta que llevaban las víctimas del terrorismo, mostró su oposición a que se negocie con ETA, porque "los terroristas, en cuanto tengan oportunidad, van a volver a matar, y España lo sabe".

Aseguró que la experiencia de los últimos 30 años demuestra que cuando se concede algo a los terroristas, "por mínimo que sea, se les está dando impulso para volver a matar".

A su vez, Laura Jiménez, una joven que resultó afectada por el atentado del 11-M y que acompañaba a Irene Villa en otra silla de ruedas, afirmó que también está en contra de negociar con ETA, porque no puede hacerse ninguna cesión a los terroristas por sus crímenes.