En una breve comparecencia ante los medios de comunicación en la sede federal del PSOE, Rodríguez Zapatero evaluó el comienzo de las operaciones militares en Iraq y respondió a la petición del presidente para abrir "espacios de aproximación" entre el Gobierno y los partidos de la oposición.

"Reconstituir el consenso", dijo, "sería reconstituir la defensa de la legalidad internacional, de la razón y delos principios morales que tienen que existir ante esta crisis, es decir, que el señor Aznar pida al señor Bush el cese inmediato de las operaciones militares en Iraq y retire su apoyo, su contribución con fuerzas armadas españolas y su apoyo al uso de las bases".

"Ese es el único escenario posible para llegar a un entendimiento que nunca ha querido, nunca ha buscado el señor Aznar, porque ha tenido durante meses fijada una posición muy clara, que era apoyar lo que iba a ser un ataque militar a Iraq qe, lamentablemente, se ha producido esta noche".

El líder socialista dejó además caer la idea de que en su llamada telefónica de anoche Aznar no le avanzó esta petición de aproximación, ya que, según dijo, sólo le comunicó el previsible inicio de las operaciones durante la madrugada y la puesta en marcha de las medidas de seguridad aconsejadas en estas situaciones.

PAGINA NEGRA

Antes de responder a las preguntas, Rodríguez Zapatero leyó una declaración oficial en la que la dirección socialista amenta la "página negra en la historia de la humanidad" escrita la pasada madrugada con bombardeos "sin respaldo de la comunidad internacional".

"No ha sido un ataque más en la larga historia de las guerras, porque hoy, cada bomba ha atentado directamente contra los valores y los principios de la democracia y del orden jurídico internacional, manifestado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en la Carta de Naciones Unidas. Hoy, con cada bomba, se ha sembrado la semilla del odio en millnes de seres humanos".

"Toda guerra es un fracaso. Cuando se convoca al margen de la legalidad internacional es, además, una ignominia" y, en este caso, además, las víctimas civiles lo han sido "primero de un tirano y después de la insensibilidad y de la ceguera de quienes se llaman a sí mismo sus libertadores".

En opinión de los socialistas, "quienes están protagonizando esta acción militar dividen a las sociedades, enfrentan a los gobiernos y rompen las instituciones. Resulta paradójico que la onstrucción de un nuevo orden internacional haya comenzado por el alumbramiento de un gigantesco desorden. Es, sencillamente, un sarcasmo que quienes han atacado Iraq en nombre de la seguridad hayan generado la mayor inseguridad que se recuerda en el mundo desde hace décadas. Nos parece inaceptable que desde gobiernos democráticos y en nombre de valores democráticos se haya desautorizado al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que era hasta ahora la única expresión material de la democracia mundial". Puesto que se trata de una guerra "al margen de la legalidad internacional", Zapatero sentenció que España "no debe involucrarse". "Ni nuestros soldados ni nuestro territorio deben contribuir al esfuerzo bélico. El Gobierno no engaña a nadie cuando esconde detrás del término humanitario lo que es apoyo logístico a los ejércitos que están invadiendo Iraq. Por ello, exigimos al Gobierno que no autorice el uso de las bases norteamericanas en España y que no envíe soldados españoles al escenario del conflico. Por el contrario, nuestro país debe poner a disposición de las Naciones Unidas todos los medios que se sean solicitados para las acciones humanitarios que se desarrollen bajo su amparo".

Ante esta situación, el líder socialista pidió formalmente la reunión del pleno del Congreso de los Diputados para que Aznar comparezca, y lanzó a continuación un mensaje a los ciudadanos: "todas las decisiones que comprometen a nuestro país tienen un único responsable, el Gobierno del señor Aznar. Nuestra sociedades pacífica y tolerante y defiende la legalidad internacional".

Por este motivo, dijo a los ciudadanos que el esfuerzo de movilización contra estas operaciones militares "ha merecido, merece y merecerá la pena" porque quienes discrepan de la posición del Ejecutivo "hemos hecho, por defender nuestra dignidad y la de nuestro país, lo que no ha sabido hacer nuestro Gobierno. Y lo seguiremos haciendo. Porque sabemos que, en democracia, nada se construye duraderamente contra los ciudadanos".

La últimaparte de la declaración del PSOE era para reiterar el compromiso del líder socialista para "colocar de nuevo a España donde la gran mayoría de los españoles queremos verla, y estoy seguro de que va a ser así".