El texto lo firman los portavoces del PSOE, CiU, Izquierda Unida, PNV, Coalición Canaria y todos los partidos integrntes del Grupo Mixto, y lo hacen después de una sugerencia de los familiares de Couso, que se reunieron recientemente en el Congreso con todos los partidos.

Con esta proposición, los partidos piden al Gobierno que condene "los hechos concretos que culminaron con la muerte" de Couso y que inice los trámites para permitir una investigación "veraz, formal y con las suficientes garantías de independencia".

Esa investigación debería culminar, dice el texto, en las acciones y procesos judiciales oportuas que depuren por completo la responsabilidad penal e indemnizatoria que se pueda derivar de esos hechos.

También solicitan al Ejecutivo un reconocimiento institucional del trabajo profesional realizado por Couso y por los demás periodistas muertos en la guerra de Iraq.

En la rueda de prensa, el portavoz socialista, Jesús Caldera, reiteró que esta muerte fue "un crimen" que debe ser condenado e investigado. Los dos españoles fallecidos en ese conflicto, Couso y Julio A. Parrado, "son dos verdadeos patriotas, y no quieres favorecieron esa guerra", sentenció Caldera.

Jordi Martí, de CiU, lanzó un llamamiento expreso al PP para que respalde una iniciativa "de justicia" con Couso y su familia, mientras que Felipe Alcaraz, de Izquierda Unida, reiteró que la condena es lo mínimo que se puede exigir a un Gobierno democrático después de un "hecho premeditado" contra un compatriota.

También la portavoz del PNV, Margarita Uría, denunció la negativa del Gobierno a enmendar cualquiera de sus errore, mientras que Carlos Aymerich (Bloque Nacionalista Galego) y Juan Antonio Labordeta (Chunta Aragonesista), recalcaron la ilegalidad de la guerra y, por tanto, de la acción que mató a Couso.