Esta iniciativa parlamentaria fue origen de una agria batalla entre el PP y la oposición, que originó la presentación sucesiva de una enmienda popular y otra de la oposición, para propiciar el consenso, según dijeron unos y otros.

El partido que sostiene al Gobierno planteó una enmienda en la que incrementaba la dotación para ayuda a refugiados a 50 millones de euros y que, además, incluía una condena expresa y dura al régimen de Sadam Hussein.

El texto del PP achaca la exisencia de refugiados en Iraq a la "inaceptable situación política económica y social provocada por un régimen de terror que ha sesinado a más de 1 millón de irquíes, viola permanentemente los derechos humanos y las libertades, amenaza la seguridad y la lbiertad de todos, ha imcumplido sistemáticamente la legalidad internacional y las resoluciones de Naciones Unidas y durante años utilizado el programa `petróleo por alimentosï para rearmarse, amenazar a los países libres, aterrorizar y sojugar a su pueblo, e el dispendio de sus palacios y en la corrupción, y manteniendo a su pueblo en la miseria".

La oposición trató de acercar posiciones con el PP incluyendo en su texto un encabezamiento en el que declara que el "Congreso de los Diputados condenando el régimen tiránico, criminal y dictatorial de Sadam Husein, así como la guerra ilegal, injusta desproporcionada e innecesaria desencadenada contra Iraq insta al Gobierno" a tomar las medidas citadas para atender a los refugiados.

El evidente disenso ente oposición y partido del Gobierno que se materializó en el pleno tuvo unos prolegómenos en forma de sendas ruedas de prensa de los portavoces popular y socialista.

El portavoz popular, Pablo Izquierdo, consideró que esta incorporación es una "tímida, muy tímida condena" del régimen iraquí, "una condena de oficio, demasiado de oficio" que no permite que el PP se sume a la iniciativa de los 11 partidos de la oposición.

Preguntado en rueda de prensa por si los populares estarían dispuestos a suscriir la condena de la guerra contenida en ese encabezamiento propuesto por la oposición, afirmó que la actual situación bélica es sólo "responsabilidad de Sadam Husein".

Izquierdo se mostró "triste y preocupado" por la imposibilidad de conservar el consenso en materia de ayuda humanitaria, que siempre fue objeto de acuerdo entre los grupos parlamentarios, y ofreció a la oposición que se sumen ambos textos, sin el encabezamiento incluido posteriormente por los proponentes.

Por su parte, la portavoz el PSOE, Delia Blanco, criticó, como otros grupos de la oposición, que el Gobierno español confunda el apoyo logístico que está prestando a las tropas anglo-americanas con ayuda humanitaria.

En ese sentido, Carles Campuzano, en nombre de CiU, le recordó que la ayuda humanitaria ha de ser imparcial, una condición que España no puede acreditar en este conflicto. Además, dijo al PP que si quiere comenzar a reconstruir el consenso, debe empezar por apoyar esta proposición no de ley.

Para el portavoz el PP, la oposición le ha dado "muy pocas razones" para argumentar su rechazo a la emnienda popular y les acusó de estar actuando en virtud de una "estrategia profundamente equivocada" que pretende minar al Gobierno.

Además, aseguró que la preocupación de su grupo son las víctimas anónimas que aún no se han convertido en refugiados porque el régimen de Sadam les mantiene como "rehenes" y no les deja escapar.

Por su parte, Blanco (PSOE) argumentó en este sentido que los irquíes no pueden escapar prque están "atrapados en el fuego cruzado" de ambos contendientes y porque todas las fronteras están cerradas, a la vez que las tropas aliadas han impedido hasta ahora el establecimiento de corredores humanitarios para permitir escapar a la población civil.

Blanco recriminó al PP su política en materia de concesión de asilo a los ciudadanos iraquíes, argumentando que el pasado año España rechazó el 99 por ciento de las peticiones de asilo planteadas por ciudadanos de ese país, aceptando sólo 6 solicitdes.

La diputada de CC María del Mar Julios advirtió al PP que la ayuda humanitaria no puede formar parte de la estrategia de sitio del ejército norteamericano y que tiene que estar fuera de la estrategia de guerra para permitir la atención a toda la población, esté o no en territorio ocupado.

Al acabar el debate en el que la propuesta de la oposición cosechó 137 votos a favor y 151 en contra, una grupo de una decena de invitados exhibió carteles contra la guerra, y se pusieron cinta aislante en a boca, en protesta por las limitaciones a la libertad de expresión. Todos fueron desalojados de la tribuna por orden de la Presidencia.