En un comunicado, ACNUR señala que los países vecinos de Iraq ya se están preparando para asumir la avalancha de refugiados que huirán de la guerra en caso de que esta comience.

"Aunque seguimos considerando que la guerra no es inevitable, es necesario que los Gobiernos de la región y los actores humanitarios estén preparados", señala Lubbers, para quien son elogiables los esfuerzo iraníes por acoger a los refugiados de Iraq.

Lubbers acaba de regresar de un viaje de 10 días por Afganistán, Paquistán e Irán, países en los que ha observado la evolución del programa de repatriación voluntaria de refugiados afganos, por el que el año pasado regresaron a su país más de 2 millones de personas.

Asimismo, la agencia de la ONU para los Refugiados estima que, una vez finalizado el invierno y con la llegada de las buenas temperaturas, se reanudará este programa, que prevé ayudar a 1, millones de refugiados y a 300.000 desplazados internos de Afganistán.

Por otra parte, Lubbers mostró su preocupación por la situación de vulnerabilidad y la hambruna a la que podrían verse abocados 1,2 millones de refugiados de Africa.