Caldera anunció en una rueda de prensa que el PSOE respalda la petición formulada por Izquierda Unida para que se aplique el artículo 85.1del Reglamento y las votaciones de las dos proposiciones no de ley, la del PP y la del resto de la oposición, se declare secreta.

A esta petición se han unido también CiU, Coalición Canaria, PNV y Grupo Mixto, es decir, toda la oposición, y basta con que lo pidan dos grupos o la quinta parte de los diputados para que la votación tenga que ser secreta, aunque haya peticiones en contra.

"Contribuir con tu voto a forzar una guerra termina siendo, sin ninguna duda, una cuestión de conciencia, que est muy por encima de las ideologías y de los partidos políticos", argumentó Caldera.

Los socialistas creen que los diputados, incluidos los del PP, deben expresarse en un asunto tan delicado "con total de libertad" sin presiones de partido, por un derecho suyo y también de los ciudadanos a saber "quién está realmente a favor de la guerra y quién no".

Los grupos de la oposición tienen presente al hacer esta solicitud lo sucedido en la Cámara de los Comunes británica, donde más de cien diputados laboistas se han opuesto a las tesis del primer ministro, Tony Blair.

Sin embargo, Caldera aseguró que ignora si hay diputados del PP cuyas reticencias a la línea seguida por José María Aznar puedan llegar al extremo de saltarse la disciplina de voto.

Sí reconoció que este procedimiento "permitiría que si algún parlamentario o parlamentaria del PP no coincide con la línea de señor Aznar y de su partido lo exprese votando a favor de la iniciativa de la oposición, ojalá sea así, no por obtener una victria política sino por contribuir a parar la guerra".