IRAK. UNA GUERRA CORTA COSTARA 100.000 MILLONES DE DOLARES, SEGUN UN ECONOMISTA DE YALE
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La guerra con Irak le costará a Estados Unidos casi 100.000 millones de dólares si resulta corta y favorable, y hasta 1,9 billones de dólares si sale larga y con complicaciones.
Esa es la estimación del economista de la Universidad de Yale William D. Nordhaus, coautor del informe "Guerra Con Irak. Costes, consecuencias y alternativas", difundido por la Asociación Americana de Ciencias a través de su página web.
El coste de una guerra corta sería el resultado de sumar 5.000 millones de dólares en gasto militar directo, 75.000 millones en la ocupación del territorio y los trabajos de mantenimiento de la paz, 30.000 millones para la reconstrucción del país y 1.000 millones en asistencia humanitaria.
A la cifra resultante habría que restar dos efectos positivos: la cotización del petróleo, que bajaría en los cincos años siguientes a la guerra generando un ahorro 40.000 millones de dólares; y el impacto macroeconómico favorable, cifrado en 17.000 millones de dólares en os dos años siguientes al conflicto.
Una guerra larga y sin una pacificación clara de la zona tendría un coste extraordinariamente alto, de 1,924 billones de dólares, incluyendo un impacto negativo también en términos macroeconómicos y de cotización del petróleo.
Nordhaus desglosa ese coste así: 140.000 millones de dólares en gasto militar directo, 500.000 millones en la ocupación del territorio y las tareas de pacificación, 105.000 millones en reconstrucción, 10.000 millones en asistencia humaniaria, 778.000 millones por encarecimiento del petróleo y 391.000 millones por el impacto macroecómico negativo.
Este prestigioso economista de Yale advierte de que, a diferencia de lo ocurrido en la Guerra del Golfo, es de esperar que esta vez no haya países que cofinancien con Estados Unidos los costes del conflicto, especialmente si finalmente no hay respaldo mediante una resolución clara de la ONU.
Nordhaus recuerda con una serie de ejemplos históricos, como la Guerra de Secesión norteamerican, la del Vietnam o la de Corea, que los gobiernos tienden a subestimar sistemáticamente el coste real de las guerras.
A su juicio, "todos los peligros que se derivan de ignorar o subestimar los coste de la guerra pueden reducirse mediante una discusión pública meditada. Sin embargo, nadie de la Administración Bush ni del Congreso -ni los partidiarios ni los contrarios a la guerra- han presentado una estimación seria de los costes de la guerra con Irak".
"Particularmente preocupante", añade, "son as promesas casuales de democratización y reconstrucción de Irak en la postguerra. El coste de la guerra puede resultar bajo, pero el coste de una paz exitosa parece muy elevado. Si los contribuyentes americanos se niegan a pagar las facturas de asegurar a largo plazo la salud de Irak, América dejaría detrás montañas de basura y muchedumbres iracundas. Tal como aprendió el mundo de la paz cartaginesa que siguió a la Primera Guerra Mundial, el coste de una paz chapucera puede muy bien ser más alto que el prcio de una guerra sangrienta".
(SERVIMEDIA)
24 Feb 2003
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