En su intervención tras la comparecencia de Aznar en el Pleno del Congreso de los Diputados para informar sobre la crisis de Irak, Llamazare aclaró al presidente que hoy no se debatía, como afirma con sus "típicos maniqueos", quién apoya a Sadam Hussein y quién a George Bush.

Se trata, subrayó, de que el Grupo Popular, con un "gravísimo problema de credibilidad" que le ha dejado "en minoría en la sociedad española" aunque tenga mayoría en la Cámara, no defiende la presión sobre Sadam Husein para que se desarme, sino que está "comprometido" y "preparado" para una guerra inminente.

"Es el partido de la guerra", agregó, porque un partid político intenta representar a la mayoría de los ciudadanos y permitir que en momentos especialmente importantes aparezca la posición en conciencia, pero el PP "ha preferido la obediencia a la conciencia, y la disciplina a la democracia", para vestirse "de caqui".

Explicó al Gobierno que no hay ningún "contubernio" contra Aznar del que formen parte los actores junto a Izquierda Unida, y advirtió de que puede que "sus propios dirigentes y militantes digan aquello de 'cuerpo a tierra, que vienen los nustros'".

Llamazares recalcó que, tal y como constata el jefe de los inspectores de la ONU, Hans Blix, aunque "no signifique nada para ustedes", se han dado "pasos significativos y cambios sustanciales" que hacen que haya más motivos para la paz y menos "pretextos" para la guerra, aunque Aznar siga sumándose a "la cruzada que abanderan Bush, Blair" y el propio presidente contra el Derecho Internacional.

A su juicio, Aznar ha vuelto de Texas, donde hablaba "como si estuviera mascando chicle", con l "docrina norteamericana" aprendida, y denunció que la resolución que patrocina "es un chantaje, un ultimátum a la ONU" y "aboca a una única alternativa", la guerra, lo que demuestra que es "la voz de su amo".

Preguntó al jefe del Ejecutivo si ha "formado parte de la diplomacia de la guerra" para "presionar" a otros países, porque sólo así se entiende la forma de reaccionar de países "hermanos". Así convierten, agregó, el Consejo de Seguridad en un "mercado" donde cambiar apoyo por compromisos económios y "estratagemas políticas".

Denunció otros métodos de Estados Unidos, como las escuchas a los países que no le apoya, e incluso al cuerpo diplomático español, lo que demuestra que "su seguidismo no da para tanto, y siguen desconfiando de usted", y reprochó que "tenga la cara" de decir que prepara ayuda humanitaria a la población irakí.

Para concluir su intervención, el líder de IU dijo a Aznar que si hace la guerra escribirá la "historia de la infamia" y de la "furia" junto a Bush, al "liberaresclavos para comprar su recompensa". Añadió que, como en Moby Dick, se ha "obsesionado con la ballena" y no ve la realidad. Antes de abandonar la tribuna, Llamazares sacó una pancarta de "No a la guerra".

JUZGAR CONCIENCIAS AJENAS

En su respuesta, Aznar dijo a Llamazares que es la "expresión del dogmatismo y el sectarismo", y respondió a su acusación de falta de credibilidad que "todavía cambiaríamos nuestra credibilidad con la suya".

Ante la crítica de que está en minoría en la sociedad, recacó que en el Congreso de los Diputados es donde "está representada la mayoría", y en una democracia, no hay "más método de contar" que la representación parlamentaria.

Asimismo, recordó que ayer, con su propuesta de voto secreto, IU intentó "dividir" al PP e "hicieron el ridículo", y le preguntó "en nombre de qué se mete en la conciencia de nadie", y juzga como decente la conciencia de quien está de acuerdo con Izquierda Unida y como indecente la de quienes opinan de otra manera.

"No se ha enterao", agregó, de que ya ha caído el Muro de Berlín, y al igual que todos los que no se han dado cuenta, lanza su "retahíla de obsesiones" antinorteamericanas, como la de decir que el Gobierno es "una marioneta de Bush".

Pidió que, ya que IU ha enviado una delegación a Bagdad, diga "qué tal les fue" con la oposición irakí y, por último, reclamó a Llamazares que explique cuántas veces debe decir Naciones Unidas que "estamos ante la última oportunidad" sin perder su credibilidad.

En su réplica, Llamazres espetó a Aznar que "no es claro" en el tema de la guerra, porque no dice nada de la Liga Arabe, de la minoría en la que se encuentra en el Consejo de Seguridad, sino que se limita a "hacer oposición de la oposición" e insistir en que quienes no están con él, están con Husein.

"Ya sabemos que están unánimamente, en posición de combate, en favor de la guerra", concluyó el líder de IU, ante los abucheos que recibía desde las filas populares.