En un comunicado de prensa, la organización ecologista aseguró que informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) calculan que más de 500.000 iraquíes podrían necesitar tratamiento médico como resultado de las graves heridas que sufrirían en las primeras etapas de una hipotética guerra en Irak, de los cuales 100.000 resultarían dl combate directo y más de 400.000, de forma indirecta por los daños que puede causar el conflicto.

Las previsiones de la OMS pronostican, según Greenpeace, que la producción de petróleo iraquí caería en picado y que quedarían dañados significativamente la red eléctrica, el ferrocarril y el transporte por carretera.

Además, la entidad conservacionista afirmó que la ONU ha revelado que entre 4,5 y 9,5 millones de personas de los 26,5 que viven en Irak podrían necesitar rápidamente alimentos para sbrevivir una vez comenzado el ataque.

También se produciría un grave problema de refugiados, puesto que cerca de 900.000 iraquíes tendrían que emigrar a países vecinos, de los que alrededor de 100.000 requerirían asistencia inmediata. Otros dos millones de personas abandonarían sus casas aunque no salieran del país, donde las organizaciones humanitarias tendrían serias dificultades para llegar.

La OMS indica, prosiguió Greenpeace, que los niños menores de cinco años, las mujeres embarazadas y lasmadres con niños lactantes serán particulamente vulnerables y que es muy posible que la expansión de enfermedades, como el cólera y la disentería, sea de proporciones epidémicas, si no pandémicas.

Por último, si la guerra aumenta en intensidad, se producirían ataques químicos o nucleares, con lo que las víctimas podrían elevarse a cuatro millones, con graves consecuencias para futuras generaciones, debido al legado de la contaminación.