Tan sólo el PNV estuvo ausente de la comparecencia extraordinaria ante la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara Baja del ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, pero su portavoz en el Congreso, Iñaki Anasagasti, ya se había manifestado contrario a la actuación del Gobierno.

Matutes explicó que el Ejecutivo español fue informado del inicio de la acción militar "una vez iniciado el conflicto" y, "como es lógico, se soliarizó con sus aliados".

Los grupos parlamentarios de la oposición criticaron el hecho de que el Gobierno español no fuera consultado antes del inicio de la acción armada, aunque reconocieron las continuas violaciones del mandato de Naciones Unidas por parte del presidente iraquí, Sadam Hussein.

Luis Mardones (CC) destacó la importancia de este hecho porque tanto el personal diplomático español destacado en Irak, como los ciudadanos de nuestro país residentes allí no tuvieron la oportunidad de salr del país, como sí hicieron los observadores norteamericanos "que salieron en estampida", mientras "nosotros quedamos indefensos. Esa no es la actitud de un buen aliado".

Este aspecto fue rechazado por el titular de la diplomacia española quien aseguró, contradiciendo lo antes dicho en su primera intervención, que fue avisado de "un ataque inminente" que permitió a su departamento avisar a las 13 personas que trabajan en la embajada española en Bagdag y a 5 ciudadanas españolas casadas con iraquíes. as mujeres decidieron permanecer en el país, mientras que el personal diplomático ya ha sido evacuado.

El portavoz del socio canario del Gobierno pidió al Ejecutivo español que haga saber a sus aliados de Estados Unidos que tendrán "la lealtad siempre, pero complicidad, sin ni siquiera ser informados, ninguna".

En este sentido se expresó también el portavoz socialista, Rafael Estrella, quien afirmó que "un buen aliado es un aliado respetado, que sabe decir sí y sabe decir no, y que consigue que s le informe".

Los socialistas rechazaron el carácter unilateral de la acción emprendida por Estados Unidos y Gran Bretaña, y criticaron que España "dé cheques en blanco" a los norteamericanos para que puedan utilizar las bases españolas en acciones bélicas.

COMPRENSION

CiU mantuvo la posición más "comprensiva" hacia la actuación del Gobierno que no estuvo exenta de críticas. Ignaçi Guardans consideró que las violaciones del derecho internacional cometidas por Hussein "no justifica" una acción amada.

Criticó también la falta de información que ha sufrido el Gobierno por parte de sus aliados y la actitud de Estados Unidos erigiéndose en guardian capaz de decidir como y cuando se puede y debe sancionar.

Destacó también el "estrepitoso fracaso" que supone para la política exterior y de seguridad común de la UE que Gran Bretaña se haya sumado al ataque sin tener en cuenta la opinión de sus aliados europeos, y dudó de la efectivad de esta acción armada para resolver los problemas en Irak.

El portavoz de Nueva Izquierda, Ricardo Peralta, destacó que esta acción unilateral no es compatible con la legalidad internacional, ni cumple las condiciones de proporcionalidad, ni de consecución de un objetivo razonable.

Francisco Rodríguez, en nombre del Bloque Nacionalista Galego, deploró la "miseria moral y política" del presidente norteamericano, Bill Clinton, que ha hecho coincidir el bombardeo de Irak con el debate sobre su posible destitución.

MACARRADAS

A su juicio, apoyar esta accón "nos hace cómplices de un genocidio", y una "actitud prepontente y chulesca que nos conduce a un suicidio moral. Si yo fuera poderoso", dijo, "impediría a Estados Unidos la realización de estas macarradas".

El portavoz de IU, José Navas, consideró "más que dudosa" una acción basada en la actividad de control encargada por Naciones Unidas a Estados Unidos, que es tanto como "dar al policía la posibilidad de ser el juez".

Navas dijo que este ataque es una prueba del "orgullo" norteamericano, que"no le cabe en su territorio y lo tiene que exportar". Criticó el posible uso de bases españolas por aviones de EEUU y, en especial que el Gobierno haya dado "su consentimiento y apoyo a una acción para cuyo inicio ni siquiera ha sido consultado".

"Somos auténticos bufones de Estados Unidos", sentenció Navas, quién instó al Gobierno de José María Aznar a "recuperar la dignidad y el consenso en esta Cámara" sobre política exterior.

ESPAÑA NO SE IMPLICARA

Matutes aseguró que "España no esta impliada y no lo va a estar en este conflicto", dudó de la efectividad del ataque y reconoció que no conoce exactamente cual es el objetivo de la acción armada.

El ministro de Asuntos Exteriores aseguró que Irak es "responsable fundamental de esta situación" e insistió en que "para que se pueda producir una solución diplomática, Irak tiene que cumplir previamente las condiciones del Consejo de Seguridad", y sólo después se podrán "revisar globalmente las sanciones".

El jefe de la diplomacia indicó que aunque España "no participa en modo alguno" en el ataque militar de Estados Unidos y Gran Bretaña a Irak, la gravedad de los acontecimientos hace necesaria su comparecencia ante el Congreso.

Matutes inició su intervención ante la Comisión de Asuntos Exteriores anunciando que "hoy es un día triste" y que el Gobierno español "lamenta y deplora" que se haya tenido que recurrir a la fuerza para conseguir que Irak cumpla las resoluciones de la ONU.

"Nuestra simpatía y nuestro corazón", continuó, "est con el pueblo iraquí que es la principal víctima y que sufre las consecuencias de las decisiones que se toman en su nombre y en las que no se le ha dado oportunidad de participar".

Insistió en que España es partidaria de "una solución diplomática y dialogada", aunque justificó la decisión adoptada por Estados Unidos y Gran Bretaña en el hecho de las autoridades iraquíes han venido violando reiteradamente los madatos del Consejo de Seguridad de NU.