Por ello, CEAR denuncia la "doble moral" con la que el Ejecutivo juzga a Irak. Por un lado, justifica el bombardeo de Irak por la crueldad del régimen de Sadam Husein; por otro, rechaza las concesiones de asilo de los ciudadanos iraquíes que llegan a España huyendo de él.

Además, CEAR destaca que a España sólo llega una pequeña parte de los exiliados irquíes, que en su mayoría se dirigen a Alemania, Reno Unido y Suecia.

Según el informe de ACNUR sobre los refugiados en 2002, Irak fue el país del que salieron más ciudadanos, con un total de 43.933, seguido de Yugoslavia (30.904) y Turquía (26.172).

De las 111 solicitudes de asilo de iraquíes registradas en España durante el 2001, último año del que se diponen de cifras, el Gobierno no reconoció a ninguna el estatuto de refugiado: 47 fueron denegadas en primera fase, 42 en segunda fase, 15 gozaron de una protección distinta del estatus de refugido y 7 recibieron una protección complementaria.

RECHAZO FRONTAL

CEAR ha manifestado su rechazo frontal a la guerra contra Irak, ha repudiado sin paliativos el régimen dictatorial de Sadam Husein y ha advertido de que una acción militar en territorio iraquí provocará uno de los mayores éxodos de refugiados de la historia.

Asimismo, CEAR recuerda que el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha cifrado en 600.000 las personas que huirán de Irak en los primeros días de conflicto, sin que existan planes de contingencia ni recursos para atender semejante tarea humanitaria, y sin que los países ricos hayan manifestado su voluntad de acoger en su territorio a estos refugiados".

Por ello, la organización exige a los gobiernos que apoyan la guerra que dejen de silenciar las críticas y demandas de las ONG, a la vez que les reclaman su intervención para paliar la catástrofe humanitaria.