En la homilía pronunciada durante la Vigilia de Oración por la Paz que se celebró a última hora de la tarde de ayer en la catedal de La Almudena, el cardenal recordó la invitación del papa Juan Pablo II a orar por la paz y abogó por hacer todos los esfuerzos posibles para evitar la guerra.

A su juicio, aún es posible "crear un nuevo clima de paz", mediante "el diálogo con lealtad, la solidaridad entre los estados, el ejercicio tan noble de la diplomacia, la actuación de las Naciones Unidas, la comprensión mutua entre los pueblos y comunidades religiosas". "El primer e imprescindible paso para la paz es evitar la guerra".

Según el arzobispo de Madrid, la paz mundial está amenazada por "muchos, graves e inminentes peligros", lo que exige un compromiso de todos, "que no admite demoras".

Recordando la reciente instrucción pastoral de los obispos españoles sobre el terrorismo, Rouco indicó que "el perdón no se contrapone a la justicia, porque no consiste en inhibirse ante las legítimas exigencias de reparación del orden violado. Por el contrario, el perdón conduce a la plenitud de una justicia que pretende la curación de ls heridas".

Tras indicar que "la guerra nunca es una simple fatalidad, es siempre una derrota de la humanidad", agregó que el recurso a la guerra "no puede adoptarse, aunque se trate de asegurar el bien común, si no es en casos extremos y bajo condiciones muy estrictas, sin descuidar las consecuencias para la población civil, durante y después de las operaciones".