El presidente de AESMIDE, José Luis Graullera, manifestó a Servimedia que la difícil situación en Iraq ha provocado que el Estado Mayor del Ejército de Tierra haya declinado aceptar esta oferta para asumir servicios como la limpieza de la base o la alimentación de los militares y haya optado por gestionarlos directamente, ya sea con personal militar o con personal iraquí contratado en la zona.

En cualquier caso, Graullera indicó que sí hay algunas empresas pertenecientes a su asociación que están traajando con el Ejército, proporcionándoles alimentos y otros aprovisionamientos que los militares se llevan a Iraq.

También dijo mantener la esperanza de que, si la situación mejora, se pueda llevar a cabo su proyecto de mantenimiento integral de la base que alberga a 1.300 militares en Diwaniyah, de la misma manera que ya lo hace con el contingente de unos 130 españoles desplegados en Afganistán.

El otro proyecto que AESMIDE presentó al Comisionado para Iraq y a la Agencia Española de CooperaciónInternacional para la constitución de empresas en Iraq también se ha visto paralizado.

Se trata de crear sociedades mixtas o instalar empresas españolas en Iraq que se puedan dedicar a variadas actividades, en función de las necesidades de la población y dentro del apartado de "desarrollo sostenible" de las Naciones Unidas.

Este proyecto dependería por tanto de la ONU y no de la Administración provisional norteamericana en Iraq, pero su resolución se ha visto retrasada hasta que se celebre la Conerencia de Donantes, prevista para finales de octubre en Madrid.

Por otra parte, Graullera estimó que el hecho de que ninguna empresa española se encuentre entre las primeras 70 subcontratadas por los americanos para la reconstrucción de Iraq se puede deber a que haya faltado "interés empresarial" por parte de las propias firmas de nuestro país a la hora de presentarse a concursos.