Aguirre admitió que no es un dato "demasiado favorable", pero insistió en que este "leve y ligerísimo repunte" no afecta "para nada" al cumplimiento del objetivo para todo el año planteado por el Gobierno.

No obstante, Ramón Aguirre afirmó que el Gobierno y los agentes sociales deben mantener a partir de ahora una actitud "muy vigilante", porque el dato de septiembre registra una "anticipación de alguna tensión inflacionist que podría repercutir en 1998".

El portavoz popular achacó la subida de la inflación en septiembre al comportamiento de los precios de los servicios turísticos y bancarios, así como a la "desfavorable" evolución de los precios de la alimentación y el tabaco.

A pesar de todo, Aguirre subrayó que ninguna fuerza política, ni siquiera de la oposición, pone en duda que España vaya a cumplir los criterios de convergencia.

Respecto a las críticas del portavoz del Grupo Socialista, Juan Manuel Eguigaray, que ha asegurado que el problema no es que España entre en la moneda única, sino cómo entra y cómo sigue después, Aguirre respondió que España está "en posición de ventaja respecto a economías más poderosas, como la francesa o la alemana".

"España estará de los primeros de la clase y no tendrá que entrar, en ningún caso, con la lengua fuera. El señor Eguiagaray está recordando los malos datos de la inflación y la mala ejecución presupuestaria que los mandatos socialistas dejaron heredados para l Partido Popular", sentenció Aguirre.