De nuevo España cumplió en ese mes el criterio de convergencia d inflación instaurado por el Tratado de Maastricht, que establece que el IPC nacional no puede superar en más de 1,5 puntos la tasa media de los tres países con un menor crecimiento de precios. Dicha tasa media se situó en el 0,9%, a 1,3 puntos del resultado español.

También hay que destacar que, por primera vez en muchos meses, España abandona el penúltimo lugar en lo que a reducción del IPC en Europa se refiere. En marzo fue superada por Grecia, con un 5,9%, y por Portugal, con un 2,3%. Italia obtuv un 2,2%, al igual que en nuestro caso.

Los países con una inflación más moderada fueron Finlandia (0,8%), Suecia (1,0%) y Francia (1,1%). Por debajo de la media se situaron Austria (1,2%), Alemania, Bélgica, Holanda y Luxemburgo (con el 1,3% los cuatro) y Dinamarca (1,5%). Irlanda obtuvo un 1,7%, igual a la media comunitaria, mientras que el Reino Unido tuvo un 1,8%.