En declaraciones a Servimedia, Iranzo estimó que la inflación caerá en dos décimas, con lo que la tasa anual (febrero sobre febrero) se situará en el 3,7%. En este sentido auntó que la caída del nivel de precios no será mayor por el crecimiento de los alimentos frescos.

A su juicio, el Banco de España se encontrará con una situación muy favorable, tras la reducción del IPC, para reducir los tipos, medida que el director de los Servicio de Estudios del IEE considera "necesaria" y que, añadió, sería muy bien acogida por los mercados.

Además de la caída de la inflación existen otros argumentos, según Iranzo, para bajar los tipos como es la desaceleración de la economíaa finales de 1995. A pesar de que la autoridad monetaria no aplica políticas anticíclicas, en su opinión, sí puede verse influído en esta ocasión.

Asimismo apuntó que la prima de riesgo a corto plazo mantiene todavía muchas diferencias con el bono alemán y que si el Banco de España mantiene los tipos estarían en febrero de 1996 más altos que en febrero del año pasado cuando se estaba disparando la inflación.