Los resultados obtenidos por el doctor Grasses, catedrático del departamento de Química de la UIB, fueron presentados en la Residencia de Estudiantes del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) e Madrid, y supondrán un importante avance tanto en el diagnóstico como en la previsión y formación de cálculos renales.

El diseño en forma de "kit", que pronto estará en el mercado, facilitará también al paciente el control y seguimiento de los efectos de un tratamiento farmacológico de la enfermedad. La prueba se realiza poniendo en una cubeta una pequeña cantidad de orina en contacto con un sustrato reactivo.

Después de un tiempo determinado se produce una reacción colorimétrica en la superfice. La coloración permite evaluar la capacidad de la orina para generar o no los cálculos renales. En el supuesto que se recomiende un estudio más exhaustivo, se deberá acudir a un laboratorio especializado y solicitar un análisis más profundo.

La urolitiasis afecta en la actualidad a más del 4 por ciento de la población española y en un 14 por ciento a los ciudadanos de Baleares.

Los responsables de este nuevo avance químico y sanitario señalaron que "es sorprendente que con los grandes avances qirúrgicos de la actualidad, o la aplicación de técnicas modernas como las ondas de choque para fragmentar los cálculos, siga sin haber suficiente información sobre su formación".