El estudio, subvencionado por la Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología (CICYT), comenzó en 2000 y tiene una duración de tres años. En la última fase se pretende establecer comparaciones con otros estudios de diferentes universidades españolas. La investigación, que tiene un presupuesto total de cinco millones de pesetas, cuenta paa este año con dos millones.

Se prevé que en los próximos 20 años la disminución de la capa de ozono será de un 15 por ciento y los investigadores quieren determinar qué consecuencias traerá esta disminución para el mundo vegetal.

A las plantas se les aplicarán radiaciones ultravioletas, en dosis comparables a las que existirían si la capa de ozono disminuyerá en un 15 por ciento, y se investigarán las repercusiones en el ADN, la capacidad de provocar mutaciones y el efecto sobre la clorofila. Admás, el equipo investiga los niveles de radiación que reciben distintas ciudades españolas, como Madrid o Málaga.