Los científicos utilizaron la hormona sintética desogestrel en 30 hombres escoceses y 36 chinos durante 24 semanas. Esta hormona es el prncipal componente también en la píldora femenina y puede causar los mismos efectos secundarios, como cambios de humor y el aumento de peso y del apetito.

Al final de las primeras 16 semanas de experimentación, el equipo médico comprobó que los hombres que habían recibido las mayores dosis, de 300 microgramos, habían dejado de producir esperma.

Un grupo de 11 voluntarios continuó con el tratamiento de desogestrel e implantes de testosterona durante otras 24 semanas, sin ningún otro método anticoncptivo, y sus niveles de esperma continuaron siendo nulos.