Campo, que trabaja en el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) del Ministerio de Agricultura, ha publicado su descbrimiento en la revista americana 'Poultry Science" y ahora espera la aprobación de un nuevo proyecto para poder utilizar esta raza en explotaciones masivas.

El cruce de las razas Castellana y Buff Prat produce en cada huevo unos 225 miligramos de colesterol, mientras que las ponedoras usadas en las granjas, desarrolladas genéticamente por los estadounidenses, producen una media de 275 miligramos por huevo.

El problema de la raza española es que la cantidad de huevos que produce es la mitad que ls 330 anuales de las especies americanas, por lo que es necesario modificar genéticamente esta gallina para que aumente su producción.

Por eso, ha presentado un proyecto al INIA para en el plazo de cuatro años tener disponible para su explotación comercial esta raza, pero ya modificada, de forma que dé una cantidad económicamente rentable de huevos con bajo contenido en colesterol.

José Luis Campo aseguró a Servimedia que el consumo de huevos en España ha caído por el miedo al colesterol, pasandode una media de 302 huevos anuales en 1987 a 229 en 1992, por lo que en su opinión existe una demanda social para rebajar el contenido graso de este producto.

De hecho, un solo huevo contiene 250 miligramos de colesterol, frente a los 300 recomendados al día como máximo. Para Campo, hay dos fórmulas para reducir el colesterol: a través de la alimentación de la gallina o buscando una raza que sea menos proclive a producirlo.

La primera, que ya han adoptado algunas empresas españolas imitando a losjaponeses, se realiza alimentando al animal mediante harina de algas, lino o pescado, lo que tiene el inconveniente de un sabor no demasiado agradable -lo que obliga a usar aditivos- y de un precio bastante superior (unas 100 pesetas por docena).

En cambio, el sistema propuesto por el científico español eliminaría principalmente el primer problema, pues las gallinas no serían en un principio tan productivas como las del resto de granjas, aunque en un periodo de al menos 10 años, a través de modificacines genéticas, podrían serlo.

POLEMICA

Precisamente, el anuncio de "huevos bajos en colesterol" por parte de algunas granjas ha suscitado polémica entre las organizaciones de consumidores. Recientemente, un juez de Madrid obligó a la empresa Tarazón a retirar dicha leyenda alegando que era falsa, tras realizar un análisis entre diversas marcas.

Dicho análisis, al que ha tenido acceso esta agencia, demuestra que de cuatro marcas analizadas, Granja Tarazón era la tercera en contenido de colestero en yema, aunque su posición mejoraba al segundo puesto si se analizaba el huevo por completo, ya que las yemas eran más pequeñas que los de la competencia.