El portavoz del Grupo Socialista, Antolín Sánchez Presedo, definió la intervención de Fraga, que duró más de dos horas, como "extensa pero poco intensa".

Sánchez Presedo estimó que el discurso estaba "falto de contenidos programátios, de compromisos, de calendarios y prioridades", y añadió que "hubo mucha literatura y pocos compromisos", aunque mostró su esperanza de que el debate, que continuará el miércoles, sirva para aclarar algunas cuestiones.

Por su parte, el portavoz del BNG, Xosé Manuel Beiras, ironizó sobre el discurso de Fraga diciendo que "sería un buen instrumento de tortura para emplear con los presos en las cárceles franquistas", y coincidió con el PSOE en que fue una intervención "errática, vácua y carente de conención, abstracta, que valdría lo mismo para cualquier país del mundo".

El portavoz del BNG acusó a Fraga de escamotear responsabilidades, al no dar cuenta de lo realizado durante la pasada legislatura y criticó que el presidente de la Xunta reclame ahora autonomía financiera plena, después de firmar en junio del 92 un acuerdo de financiación nocivo para Galicia.

En cambio el portavoz del Grupo Popular en el Parlamento gallego, Víctor Vázquez Portemeñe, consideró que el discurso de Fraga fue "abslutamente completo", pues cubrió, según dijo, todos los aspectos políticos, económicos, sociales o culturales.

A su juicio, la intervención fue "enormemente precisa, con un contenido político hondo y un contenido programático perfecto" que, por su pragmatismo, podría ser asumido por todos.

El debate de investidura de Manuel Fraga como presidente, por segunda vez, de la Xunta de Galicia continuará pasado mañana miércoles, y entonces Fraga será oficialmente nombrado presidente.