INVESTIDURA. BONO, MÉNDEZ, EL PADRE Y LA ESPOSA DE ZAPATERO SIGUEN SU DISCURSO DESDE LA TRIBUNA DE INVITADOS

- La diputada de ERC María Rosa Bonàs, unica parlamentaria no socialista que aplaude en pie al candidato socialista

- Los populares abuchearon a Zapatero cuando se refirió a "nuestros cineastas"

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente de Castilla-La Mancha y futuro ministro de Defensa, José Bono; el líder de UGT, Cándido Méndez, el padre y la esposa dl candidato a presidir el Gobierno, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, entre otros, siguieron desde la tribuna de invitados del Congreso su discurso de investidura.

La mujer de Zapatero, Sonsoles Espinosa, escuchó con atención el discurso de hora y cuarto de su marido y sonrió abiertamente cuando le oyó desgranar el ideario que ha marcado su vida: "una ansia infinita de paz, el amor al bien y el mejoramiento social de los humildes".

También el padre del líder socialista, Juan Rodríguez, stuvo en la tribuna de invitados y aunque con gesto de visible satisfacción, no aplaudió al final de la intervención de su hijo.

Entre los asistentes a esta sesión de investidura estuvieron también el secretario general del Partido Socialista Vasco, Patxi López, y su portavoz, Rodolfo Ares; el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias; el presidente del Senado, Javier Rojo; y otros políticos como Juan José Laborda (PSOE), Miguel Sebastián (PSOE), Pio García Escudero (PP), Javier Barrero (PP), Manel Sila (CiU) e Ignasi Guardans (CiU).

APLAUSOS Y ABUCHEOS

El discurso de Zapatero estuvo salpicado de breves interrupciones. Aplausos a cargo de su grupo y abucheos o intensos murmullos desde los bancos populares.

Las protestas más intensas se registraron en el momento en que Rodríguez Zapatero se comprometía a estimular la creatividad de "nuestros cineastas" y artistas. En ese momento, en los bancos del PP arreciaron las protestas, compensadas por los aplausos del PSOE a los que se unieron los de I y ERC.

Ante el revuelo generado por sus afirmaciones, el candidato socialista volvió a repetir el párrafo, momento en que un diputado popular le espetó desde su escaño: "el aplauso te ha animao (sic), eh?".

Las protestas continuaron cuando Zapatero se refirió a la conmemoración del IV Centenario de la primera edición de El Quijote. También el compromiso del líder socialista de asumir el principio de equilibrio presupuestario generó risas y murmullos entre los populares, que se consideran padresiniciadores de esa política de estabilidad.

Tampoco gustó en el PP la referencia del líder socialista a los que han intentado sacar rentabilidad política del terrorismo, ni su decisión de nombrar un presidente de "probada independencia y solvencia" del Consejo de Estado.

Zapatero también pudo escuchar aplausos tras su agradecimiento a todos los que trabajaron y colaboraron durante el 11 de marzo. Las palmas partieron de los bancos del PSOE, ERC e IU, el resto de los grupos no se sumaron.

Lo socialistas interrumpieron a su líder cuando afirmó que durante su gobierno "no habrá campañas propagandísticas" sobre el aumento de pensiones, "sólo habrá pensiones más dignas"; en el momento de hablar del Plan Hidrológico Nacional y también en el que anunció la suspensión de la Ley Orgánica de Calidad de la Enseñanza, que también fue aplaudida por los diputados de ERC.

El final del discurso de Zapatero se cerró con una ovación de los parlamentarios de su grupo, de los de IU, más tibios, y de los 8 iputados de ERC, en especial de María Rosa Bonàs, que fue la única diputada no socialista que aplaudió puesta en pie, ante la mirada sorprendida de alguno de sus compañeros.

AZNAR Y RATO

La intervención del candidato a la investidura fue seguida con atención, en especial por los portavoces que tomaron nota de los aspectos más destacados. También con la máxima atención permaneció el presidente del Gobierno en funciones, José María Aznar, que llegó al Congreso 10 minutos antes del comienzo de la sesió sin hacer declaraciones y con el semblante serio.

Acompañado de todo su gabinete, que ocupó por última vez los bancos azules, se mantuvo atento y en silencio. A su lado, el vicepresidente económico, Rodrigo Rato, que fue el último en entrar en el Hemiciclo antes del inicio del discurso de Zapatero, hizo breves comentarios con el vicepresidente político, Javier Arenas.

Uno de los primeros en llegar al pleno del Congreso fue el diputado y ex vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra. Los socialisas fueron los más madrugadores y a partir de las 10,30 horas ocuparon sus escaños. Los últimos en situarse fueron los diputados del PNV y CiU.

Llamaba la atención la presencia de la anterior presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, en la primera fila de los bancos populares. En esta sesión de investidura el Hemiciclo se quedó pequeño por la asistencia de senadores, algunos de los cuales tuvieron que seguir la sesión de pie o sentados en los escalones de acceso a los escaños.

Para la sesión d essta tarde, el presidente del Congreso, Manuel Marín, ha ordenado la habilitación de bancos corridos en las última fila del Hemiciclo para tratar de dar cabida a los miembros de la Cámara Alta.

(SERVIMEDIA)
15 Abr 2004
SGR