La intervención del candidato socialista provocó los primeros murmullos y pataleos de la legislatura, cuando al comenzar su intervención afirmó que, a diferencia de lo que hizo Aznar tras las elecciones de 1993, sólo iba a pedir a Aznar que gobernara.

En un tono que algunos diputados populares tildaron de "paternalista", Gónzalez dijo alegrarse de que populares y nacionalistas hayan llegado a un acuerdo que permita formar un Gobierno del PP.

El presidenteen funciones también arrancó murmullos, del lado del PP, y aplausos, de los escaños de su partido, cuando dijo no estar afectado por tener que dejar el poder.

En este sentido, los diputados socialistas y populares acomodaron su comportamiento parlamentario a la nueva era política que se inicia, y que altera los papeles de partido de Gobierno y oposición. Así, los parlamentarios del PP asintieron cuando Aznar se refería al PSOE como la oposición.

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La menor asistencia a la esión de de esta tarde del debate de investidura se notó especialmente cuando el líder de IU, Julio Anguita, inició su contestación al discurso de Aznar.

La práctica totalidad del Gobierno abandonó en ese momento sus escaños, al igual que hizo una gran parte de los diputados del PP y el PSOE.

Entre los asistentes a la segunda parte del debate se encontraban el presidente de Castilla la Mancha, José Bono, que ocupó un puesto en la tribuna, muy cerca del presidente del Senado, Juan Ignacio Barrero. También ocupó un sitio en la tribuna la que será futura esposa del secretario general del PP, Francisco Alvarez Cascos. Vestida de amarillo, la prometida del dirigente popular siguió atentemente las incidencias del debate.

Por su parte, al igual que durante esta mañana, acudieron a presenciar en directo el debate de investidura Ana Botella y su hijo mayor, así como los alcaldes de Madrid y Valencia.