Esa cifra incluye todas las rentas obtenidas por los inversores extranjeros, gracias al capital colocado en empresas, valores e inmuebles, aí como por medio de los intereses cobrados en operaciones de préstamo.

Las ganancias repatriadas por los inversores extranjeros han crecido ininterrumpidamente desde 1986, cuando ascendieron a 701.600 millones de pesetas, hasta el año pasado en que totalizaron 1.266.400 millones.

En 1990, destacaron los beneficios repartiados como consecuencia de operaciones directas de inversión en empresas, que se elevaron a 222.915 millones de pesetas, cantidad similar a la del ejercicio precendente, a pesar d la ralentización económica del año pasado.

Por las inversiones en cartera, los beneficios transferidos al exterior fueron de 116.160 millones de pesetas y, en concepto de rendimientos por inversión en inmuebles se repatriaron otros 3.139 millones.

Otras vías por las que el capital extranjero asentado en España obtuvo rentas fueron las procedentes de las cuentas abiertas en entidades financieras del país, por las que obtuvieron 206.251 millones de pesetas.

Un rendimiento igualmente elevado fe el de las inversiones de capital exterior en títulos públicos de renta fija (Letras del Tesoro, Pagarés y Bonos del Estado), concepto por el que el capital foráneo ganó 31.223 millones de pesetas en 1990, un 50 por ciento más que el año precedente.

Los datos de los siete primeros meses de 1991, aunque sólo se dispone del dato global de los beneficios y rendimientos totales repatriados, apuntan que la inversión extranjera aumentará este año sus ganacias a pesar de un menor crecimiento del Producto Inerior Bruto (PIB) español.

Así, las rentas obtenidas hasta julio por los inversores extranjeros (1.050.200 millones de pesetas) superan en casi un 50 por ciento la cantidad registrada en los siete primeros meses de 1990.

A su vez, los beneficios y dividendos repatriados hacia España por inversiones realizadas en el extranjero, ascendieron a 749.400 millones de pesetas hasta julio, frente a los 500.200 millones alcanzados en los mismos meses de 1990.

Como consecuencia de esas operaciones, el éficit en la balanza de rentas de inversión se situó en 300.600 millones de pesetas a finales del pasado mes de julio, 64.000 millones más que el año pasado.