El informe, publicado en el último número de la revista especializada "Campaña", indica que las inversiones en publicidad realizadas en España durante el pasado año crecieron un 22,7 por ciento respecto a las de 1989.

"El crecimiento lineal de la inversión", continúa, "no presenta ningún síntoma de ir a frenarse", y señala que en la última década los aumentos interanuales de la inversión publicitaria española osclaron entre un mínimo del 18 por cien, en 1983, y un máximo del 37 por cien, en 1982.

Los diarios, revistas, televisiones, radios, cine y soportes exteriores acapararon el 73,9 por ciento, unos 780.000 millones de pesetas; reparto que, según JWT, se mantuvo invariable durante toda la década, aunque asegura que ha comenzado a notarse una ligera tendencia al descenso en beneficio de los otros medios.

La distribución aproximada por medios considerados por la industria publicitaria como principales fe la siguiente: diarios (293.000 millones de pesetas), televisiones (244.000), revistas (120.000), radios (80.000), exterior -cabinas, vallas, marquesinas, etc.- (37.000) y cine (6.000). El resto aglutinó unas inversiones de 275.000 millones de pesetas.

Entre la inversión de los medios no principales se encuentran los 51.000 millones de pesetas correspondientes a conceptos afines a la publicidad, como las relaciones públicas, promociones, mecenazgos, esponsorización y patrocinios, a los que se dedicanunas 500 empresas en España.

En cuanto a la distribución territorial de las inversiones, las comunidades autónomas de Madrid y Barcelona concentraron, por sí solas, el 73,1 por ciento de la facturación, con el 46,1 y el 27 por ciento del total, respectivamente.

El resto correspondió a Castilla y León (5,3 por ciento), País Vasco (4,8), Valencia (4,6), Andalucía (3,8), Galicia (2,9), Aragón (1,9), Cantabria (1,1), Navarra (0,8), Murcia (0,5), Castilla-La Mancha (0,3), La Rioja (0,2), Asturias (0,2, Baleares (0,2), Extremadura (0,1) y Canarias (0,1).

EL ESTADO, PRIMER INVERSOR

Asimismo, el informe destaca que el sector público se convirtió en el primer anunciante de España, con unas inversiones de 51.197 millones de pesetas.

Los ministerios aportaron la principal partida presupuestaria para publicidad en 1990, unos 19.855 millones de pesetas, seguidos muy de cerca por las empresas participadas por organismos públicos (19.233 millones).

Otras inversiones públicas con fines anunciadors fueron las correspondientes a las comunidades autónomas (6.853 millones de pesetas), ayuntamientos (2.152), empresas del INI (2.125) y las diputaciones y gobiernos civiles (350). Los partidos políticos y sindicatos destinaron a ese fin 629 millones de pesetas.