Se trata de un chaleco a medida conectado de forma inalámbrica a Internet, que permitirá al usuario experimentar la sensación de una caricia o un abrazo, según expuso Adrian Cheok, que ha liderado el proyecto, durante la presentación del mismo en la conferencia de tecnología CHI2006 celebrada en Montreal.

El equipo de Cheok desarrolló este dispositivo con el objetivo de ofrecer la oportunidad a aquéllos que pasan muchas horas lejos de sus familias y mascotas, de darles estas muestras de cariño desde cualquier punto del mundo con conexión a la red.

Los investigadores ya han probado el chaleco con buenos resultados en pollos, una mascota común en Asia, a los que se puso el chaleco y se les permitió moverse libremente entre dos gallineros, uno con conexión inalámbrica a Internet y el otro sin ella. En un 72% de los casos, los pollos prefirieron el gallinero con conexión a Internet, ya que en él recibían un impulso similar a una caricia a través de sus chalecos.

El equipo de Cheok trabaja ahora en un chaleco para bebés, y también está creando una versión específica para perros y gatos.

Sin embargo, los expertos en relaciones humanas cuestionan la eficacia de dispositivos de este tipo. Este es el caso de Paula Hall, de la organización británica Relate, que cree que no podrá ofrecer la complicidad del contacto visual. "¿Y qué pasa si alguien toma prestado el chaleco de otra persona? ¿Se podría decir que está teniendo una aventura?", se pregunta Hall.