El concurso, en el que estas niñas obtuvieron el primer premio proincial y el tercero de Castilla y León, pretende potenciar el trabajo creativo en equipo y profundizar en la plena normalización de las personas con minusvalías.

Las niñas se plantearon que si un ciego quiere llenar un vaso y no quiere controlar el nivel con los dedos (por motivos higiénicos o estéticos), corre el riesgo de que el líquido se derrame. Asimismo, si pretende recoger en el recipiente una determinada cantidad tampoco puede hacerlo sin recurrir al tacto.

En cambio, en el vaso musical dseñado suena una nota de música con cada nivel del líquido, lo que permite saber en cada momento si hay mucha o poca cantidad de líquido.

El vaso consta de un tubito en la parte central que sobresale del borde como si de una cañita se tratase. En esa caña hay un mecanismo basado en sensores que hace sonar una nota musical distinta, según el nivel que alcance el líquido.

Las inventoras son Miriam Villa, de 9 años; María Villanueva, de 9; Miriam Izquierdo, de 9; Raquel Hernández, de 10; Aroa ManuelGómez, de 9, y Carina Goncella, de 9.