Las lluvias torrenciales que afectan a Bolivia desde hace unos días han provocado una situación caótica en el país, que ha llevado a declarar el estado de emergencia nacional, ya que puede haber hasta 34.000 personas afectadas.

Las fuertes precipitaciones están afectando gravemente a seis de los nueve departamentos bolivianos (Beni, La Paz, Santa Cruz, Cochabamba, Tarija y Pando), donde han provocado la destrucción de casas, inundaciones, aludes torrenciales y cortes de carreteras, además de importantes pérdidas económicas por la destrucción de cosechas.

Ante esta situación, los equipos de Intervida (que trabajan en Bolivia en proyectos de desarrollo desde 1995) se están movilizando para prestar apoyo a los afectados por el desastre. De momento, han hecho acopio de insumos y materiales que se han repartido entre 320 personas (75 familias) del distrito de Achocalla (situada al sur de la ciudad de El Alto), de las cuales el 40% son niños.

Todos los damnificados han sido realojados en una iglesia cercana y en las carpas habilitadas por el Gobierno boliviano, ya que casi la mitad de las familias han perdido su vivienda.