De esta manera, Intervida desarrolla una actividad que "lucha de forma integral contra el maltrato infantil en todos los ámbitos que conforman el entorno del niño", formando docentes y padres de menores de 15 años, incidiendo en aquellas conductas que derivan en actitudes violentas sobre los más pequeños y en el reconocimiento de esos abusos.

Además, la ONG contempla también la formación al personal sanitario de los centros de salud públicos para la detección de posibles casos de maltrato infantil.

Según las investigaciones realizadas por esta organización, en la región de El Alto 6 de cada 10 menores sufren maltrato por parte de sus ciudadores o educadores, lo que provoca, además de las secuelas físicas de las agresiones, sentimientos de tristeza y miedo que derivan en inseguridad y dificultades en el aprendizaje.

Intervida ha asegurado que en algunos entornos, la violencia "se legitima culturalmente como una fórmula eficaz en la educación de los hijos". Prueba de ello es que, según un diagnóstico realizado en varias ciudades bolivianas, el 72% de los niños considera que los castigos son buenos.