Se trata de un menú compuesto por productos de alto valor nutritivo, como leche, cereales, cacao y galletas fortalecidas con hierro y vitamina A, que tienen como objetivo subsanar las carencias alimenticias que sufren esos menores.

Según informó la fundación, con este programa se pretende hacer frente a corto y medio plazo a la alta tasa de desnutrición entre la población infantil, que en Filipinas afecta a un 28% de los menores de 5 años, según los datos de Unicef.

La desnutrición, especialmente en la infancia, hace que quienes la padecen tengan una menor resistencia a las infecciones y a las enfermedades comunes como la diarrea y las infecciones de las vías respiratorias, que en situación de malnutrición pueden incluso causar la muerte, advierte Intervida.

Por ello, y para que las familias sean conscientes de la importancia de una buena alimentación, el día en que se pone en marcha la actividad de distribución de desayunos en cada escuela, el equipo de salud de Intervida lleva a cabo una sesión con los padres para hablarles sobre nutrición y seguridad alimentaria.

HUERTOS ESCOLARES

Además de la distribución de desayunos escolares, Intervida ha puesto en marcha el Programa de Huertos Escolares en un total de 40 escuelas filipinas. Su propósito es dotar a los centros escolares de una vía sostenible con la que solventar el problema de desnutrición que padece gran parte de la población.

La actividad consta de diversas acciones, como un curso de capacitación en producción agrícola impartido a dos responsables por cada escuela, y la entrega de semillas de vegetales nutritivos y fertilizantes.

La escuela será la encargada de cultivar los alimentos, la mitad de los cuales se destinarán al consumo entre los alumnos y el otro 50% se venderá para obtener unos beneficios que servirán para comprar más semillas y fertilizantes, así como realizar tareas de mantenimiento y reinversión.

Intervida trabaja en Filipinas desde el año 2005 con proyectos en el área de educación, salud y producción y mantiene un programa especial de prevención ante los desastres naturales en la región de Bicol, una zona continuamente expuesta a erupciones volcánicas, tifones, inundaciones y terremotos.

Más de 330.000 personas de 221 comunidades en 16 municipios de la región se benefician de estos proyectos, que tienen como meta conseguir un desarrollo sostenible.