La clandestinidad de este fenómeno social hace que no sea posible dar cifras oficiales sobre esta actividad, aunqe estudios realizados por diversas organizaciones calculan que aproximadamente un millón de menores -niñas en su mayoría- ingresan cada año en la industria sexual.

Según Intervida, son muchos los factores que contribuyen al aumento de la explotación sexual infantil, pero la pobreza es un elemento decisivo. Muchos niños se ven empujados a sobrevivir en las calles y, en ocasiones, acuden a la prostitución para contribuir a la economía familiar.

Al mismo tiempo, en los últimos años la explotación seual infantil ha aumentado ante el miedo al sida, pues la creencia errónea de que el contacto con un menor disminuye las posibilidades de contraer la enfermedad ha provocado que entren en la prostitución niños y niñas de edades cada vez más tempranas.

Por otro lado, la desintegración familiar, la globalización, la baja condición de la mujer y la débil aplicación de las leyes están muy vinculados con este tipo de negocios. A esto hay que añadir que los abusos sexuales infantiles apenas se denuncian antelas autoridades, pues la vergüenza y el miedo impiden a los niños solicitar ayuda.

Intervida considera que, para hacer frente a este problema, es fundamental atacar las causas que lo producen, promoviendo una continua defensa de los derechos de la infancia. Con este fin, realiza una importante labor educativa y lleva a cabo numerosas acciones de sensibilización en los países donde está presente.

La explotación sexual infantil no es un fenómeno exclusivo de los países más pobres, ni se concentra e un área geográfica determinada, sino que se da en todo el mundo. En términos generales, se podría afirmar que en los países con renta per capita más baja se produce el trabajo y la explotación sexual infantil, mientras que en los países ricos es más habitual la demanda de pornografía y turismo sexual infantil.

Así, en Estados Unidos se calcula que son explotados sexualmente a través de la pornografía hasta 300.000 niños. Por su parte, el sudeste asiático -sólo en India unos 400.000 niños son víctimasdel comercio sexual-, Tailandia y Vietnam son los paraísos mundiales del sexo por excelencia.