Intervida destaca la necesidad de coordinar estrategias para reducir el impacto de los desastres naturales en el mundo, que, según la ONU, deben estar encaminadas a reducir las pérdidas tanto de vidas humanas como de bienes sociales, económicos o ambientales.

La organización apuesta por incluir en sus programas de desarrollo en Asia la prevención, con el fin de fortalecer la resistencia de las comunidades en caso de desastres naturales y reducir su vulnerabilidad ante futuros riesgos, teniendo en cuenta que el sureste asiático es una de las regiones del planeta más duramente golpeadas por los fenómenos naturales destructivos.

En las dos últimas décadas, más de 200 millones de personas se han visto afectadas cada año por desastres, la mayoría de ellos causados por fenómenos de origen hidrometeorológico.

Aunque se va reconociendo cada vez más la importancia de reducir los riesgos y han aumentado los medios de respuesta, los desastres, y en particular la gestión del riesgo, siguen representando un desafío mundial, según Intervida.