Según informó hoy la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, cuando el Seprona tuvo conocimiento de este suceso se iniciaron todos los protocolos de actuación, y un día después se comprobó que en el domicilio del herido, además de la serpiente de cascabel causante de la picadura, había siete serpientes más, entre ellas una Agknostron Contortrix macho, también venenosa.

Al no existir las garantías de seguridad suficientes para su manipulación, los animales venenosos quedaron inmovilizados en el domicilio, a la espera de la llegada del antídoto desde México. A principios de esta semana, agentes del Seprona y personal especializado del Zoo Aquarium retiraron las dos serpientes venenosas con el consentimiento de su propietario.

Como ya hiciera tras este suceso, la Guardia Civil volvió hoy a alertar a la ciudadanía del peligro de la tenencia y el abandono de determinadas especies de origen exótico. Según el Instituto Armado, la belleza y el atractivo que suponen este tipo de especies ha hecho que muchos madrileños las hayan adoptado como mascotas, en detrimento de otro tipo de animales.

El Instituto Armado señala que la tenencia de especies de serpientes venenosas por particulares constituye una práctica de riesgo y no se aconseja por los especialistas, ya que, además detenerlas en instalaciones especializadas, requiere mucha experiencia y el seguimiento de estrictos protocolos de seguridad, además de los correspondientes antivenenos.

También recuerda que estos animales deben adquirirse con la correspondiente licencia, y señala que no hacerlo motiva, además, diversos peligros a la fauna del país de origen, ya que son capturadas sin ningún tipo de control y transportadas en condiciones inadecuadas.

Según la Guardia Civil, son varias las administraciones que disponen de centros especializados en la recogida y cuidado de especies exóticas, por lo que el Seprona ruega que, en lugar de abandonarlas, sean entregadas en dichos centros.

En el caso de Madrid, señala que el Zoo Aquarium constituye hoy el mayor centro de reserva de los antiofídicos de España. Creado hace pocos años, la iniciativa surgió con el fin de disponer no sólo de protección frente a todas las especies venenosas que alberga, sino también de ofrecer apoyo a las autoridades sanitarias para cubrir mordeduras de ofidios de otras instituciones, y como en este caso, de particulares.