Entre esos consejos figura que los "cibercompradores" deben tener en cuenta que la publicidad obliga al vendedor, así como que la oferta debe detallar tanto el precio de venta al contado como, en su caso, el precio total a plazos.

La oferta deberá identificar suficientemente al vendedor y al producto, y las promociones deben indicar claramente el plazo de validez, sin recurrir a condiciones del tipo "hasta fin de existencas".

Si el vendedor envía un artículo al consumidor sin aceptación explícita de éste, el comprador no está obligado a devolver dicho producto ni podrá reclamársele el pago del mismo.

El comprador que adquiera productos "on line" tiene derecho a desistir de la compra dentro del plazo de 7 días contados desde la fecha de recepción del producto.

TARJETA

Si se paga con tarjeta, el consumidor tiene derecho a exigir la anulación de todos los cargos que él no haya autorizado expresamente.

Cundo la compra incluye expresamente la concesión de un crédito, el consumidor no podrá ser obligado a pagar al contado o a recurrir a otras fórmulas en caso de que no le sea concedido dicho crédito.

Asimismo, la AUC recuerda que el cliente tiene derecho a la protección de sus datos personales, lo que significa el derecho a acceder a los datos suyos que están en poder de un vendedor, rectificarlos o cancelarlos.

La AUC recomienda realizar las compras en las "tiendas virtuales" que estén adheridas a Sistema Arbitral de Consumo, lo que garantiza una resolución rápida y extrajudicial en caso de conflicto.

Las compras realizadas por Internet durante el año pasado representaron un total de 800 millones de pesetas, cifra que, según la AUC, podría duplicarse el presente año.