La sentencia señala que en Ginés, que declaró haber acabado con la vida de su esposa por celos, "concurre la eximente completa de enajenación mental, por lo que se decreta su ingreso en un establecimiento psiquiátrico del que no podrá salir sin la autorización de un tribunal".

Según la sentencia, Ginés M.G. antuvo un discusión con su esposa, C.H., el 27 de marzo de 1993 "por entender que no cuidaba bien al padre de ésta y por celos infundados".

El fallo señala que "el procesado, al perder la realidad de los hechos por sus ideas delirantes paranoides, no siendo consciente de sus actos al no dominar su intelecto ni su conducta delictiva, agarró una azada con la que persiguió a su mujer, que corría por un camino".

Añade la sentencia que "el acusado le dió un primer golpe en la espalda, dándole en la caa, por lo que cayó al suelo la víctima, siendo nuevamente golpeada en el rostro con la azada, y tras colocarle una gorra en la cara, se marchó a cambiarse de ropa, dirigiéndose luego al cuartel de la Guardia Civil, donde manifestó que había matado a su esposa por celos".

La sala recoge que, según el informe psiquiátrico emitido sobre el acusado, "éste sufría ideas delirantes paranoides, siendo el diagnóstico clínico el de esquizofrenia paranoide".