"La comunidad internacional debe responder rápidamente, antes de que las condiciones invernales deterioren la situación", urgió en un comunicado Lara Contreras, responsable de incidencia política para Afganistán de Intermón Oxfam. Contreras aseguró que "la salud de un millón de niños y medio millón de mujeres peligra debido a la malnutrición".

"Si la respuesta llega demasiado tarde o no es suficiente, los afganos se verán obligados a vender sus bienes o dejar sus casas, lo que conllevaría un deterioro de la ya frágil estabilidad que vive el país", advirtió esta responsable de Intermón Oxfam.

Según informó la citada ONG, el llamamiento realizado por la ONU para evitar una crisis alimentaria en el país "se ha quedado corto", por lo que cinco millones de afganos están sufriendo la "severa escasez de alimentos".

"Sólo se ha recibido una quinta parte de los 404 millones de dólares necesarios para responder a la situación en el país", argumentó Intermón, que añadió además que "tampoco hay suficiente personal para organizar y coordinar el masivo esfuerzo humanitario que la crisis requiere".

Esta crisis, explicó la ONG, está provocada por el efecto acumulativo de diversos factores como la dureza del invierno, la subida de los precios de los alimentos, la sequía y la inseguridad.

Tras la evaluación efectuada por Oxfam Internacional en una de las provincias más afectadas, Daikundi, la organización constató que los afganos están sufriendo "las peores condiciones de los últimos 20 años".