INTERIOR ENSEÑARA A LAS EMPRESAS DE MENSAJERIA A DETECTAR PAQUETES-BOMBA

-Grandes dimensiones (tanto los paquetes como los sobres).

-Señas mal escritas, inexactas o incompletas.

-Remitente inexistente o ficticio.

-No suelen especifiar el contenido del envío (publicidad, libros, folletos informativos, etc.).

-Suelen tener manchas de grasa, procedentes del explosivo plástico.

-En ocasiones tienen olor extraño.

-En el caso de los sobres, el embalaje suele ser rígido.

-Avisar inmediatamente a la policía.

-Mientras se espera, no manipular ni mover bruscamente el paquete.

-No intentar nunca abrirlo por los laterales.

MADRID
SERVIMEDIA

Artificieros y especialistas de las fuerzas de seguridad del Estado enseñarán a los empleados de las empresas de mensajeros a detectar los paquetes-bomba y los bultos que contengan artefactos explosivos.

El Ministerio del Interior y la AsociaciónEspañola de Empresas de Mensajería han llegado a un acuerdo para que los trabajadores dedicados a la manipulación de paquetes realicen un cursillo, con el fin de saber cómo actuar en el caso de que algún bulto les resulte sospechoso, según fuentes de los empresarios.

Ambas entidades, que han mantenido en el último año más de una docena de reuniones, están interesadas en que los empleados dispongan de la máxima información posible para evitar accidentes.

El ministerio afirma que ya se han puesto e marcha medidas especiales para detectar paquetes-bombas, aunque no quiso precisarlas para no dar pistas "a los que utilizan estas empresas como mensajeros del terror".

Estas medidas se van a incrementar tras los atentados con paquetes explosivos del viernes pasado, en la cárcel de Sevilla I, que costó la vida a cuatro personas, y del lunes, que mató en Madrid a dos Técnicos en Desactivación de Explosivos (TEDAX).

En ambos casos, los paquetes fueron remitidos a empresas de mensajería, que los traladaron a otros lugares. Mientras que el de la cárcel estaba dirigido al director del penal, el de Madrid tenía como remitente un alto cargo del Ministerio de Justicia.

CONSEJOS

Los expertos en el tema aseguran que los paquetes y cartas- bomba pueden ser detectados, ya que normalmente tienen unas características similares:

-Grandes dimensiones (tanto los paquetes como los sobres).

-Señas mal escritas, inexactas o incompletas.

-Remitente inexistente o ficticio.

-No suelen especifiar el contenido del envío (publicidad, libros, folletos informativos, etc.).

-Suelen tener manchas de grasa, procedentes del explosivo plástico.

-En ocasiones tienen olor extraño.

-En el caso de los sobres, el embalaje suele ser rígido.

En el caso de observar alguno de estos indicios, los expertos aconsejan:

-Avisar inmediatamente a la policía.

-Mientras se espera, no manipular ni mover bruscamente el paquete.

-No intentar nunca abrirlo por los laterales.

Las lesione que puede provocar un paquete-bomba son, dependiendo siempre de la cantidad de explosivo que contenga, la amputación total o parcial de los dedos de las manos, lesiones oculares graves, quemaduras en cara y brazos e incluso la muerte.

MANIPULACION

Dependiendo del mecanismo -si tiene un doble cebador, por ejemplo-, pueden convertirse en una trampa para los artificieros que traten de desactivarlo, como ocurrió el pasado 12 de junio en Madrid, cuando dos policías murieron al intentar inutilizar un paqete, o el lunes pasado, cuando otros dos compañeros suyos fallecieron por la misma causa.

Los "scanner" y rayos X, pese a ser útiles para ver qué contiene un paquete sospechoso, a veces pueden reflejar sólo en la pantalla una mancha negra.

Hasta ahora, ningún trabajador de empresas de mensajería ha resultado herido por paquetes-bombas, aunque sí lo han sido funcionarios de Correos.

El 20 de septiembre de 1989, el cartero José Antonio Cardosa murió en Rentería (Guipúzcoa) al estallar un paquee cuando lo dejó en un buzón. El 28 de febrero de 1990, María del Pilar Fernández, una trabajadora de la Dirección General de Correos de Madrid, resultó herida al abrir un sobre que carecía de remite.

(SERVIMEDIA)
03 Jul 1991
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