Rodriguez, profesor de Instituto, que se declaró insumiso en 1987 y fue absuelto ocho años después por la Audiencia Provincial de Madrid, explicó a esta agencia que los insumisos están dispuestos a forzar al obierno a que "solvente el problema de los insumisos con juegos malabares, que pueden llegar a ser tan espectaculares como recurrir a normas del siglo pasado".

A su juicio, el Ejecutivo tendrá que buscar fórmulas complejas porque la mayoría de los insumisos "nos hemos negado a solicitar un indulto o cualquier medida de gracia, ya que entendemos que nuestra opción de desobediencia civil no es delito. Aunque lo sea en el Código Penal no hemos hecho nada punible", sentenció.

De acuerdo con sus declaaciones, "el Gobierno tiene una necesidad y nosotros lo que no queremos es facilitar las cosas al Gobierno. Por nuestra parte, no queremos que haya una solicitud de gracia o de perdón porque creemos que no hay nada que perdonar".

Y añadió, "los insumisos mal que bien no hemos robado, no hemos matado a nadie, no hemos defraudado a Hacienda y no nos hemos llevado fondos reservados del Ministerio de Interior, que es lo que realmente causa alarma social".

PROBLEMA POLITICO

Los insumisos consideran ue el Gobierno y los militares tienen un problema político muy serio porque no han sabido dar una respuesta al reto planteado desde el movimiento de insumisión.

"Nuestra lucha no ha sido acabar con la mili sino que es una lucha antimilitarista para que desaparezcan los ejércitos, el gasto militar y la presencia de lo militar en todos los aspectos de la vida cotidiana", explicó Julio Rodriguez.

Desde su punto de vista, todos los gobiernos españoles han intentado dar una solución represiva al asuno de la insumisión y cambian de táctica desde el momento en que se plantean hacer un ejército profesional, forzados por sus socios vascos y catalanes y por el número cada vez mayor de insumisos y objetores que han desbordado todas las previsiones del Gobierno.