El joven disfrutaba de régimen abierto y trabajaba durante el día como representante de una empresa de informática, según indicaron hoy a Servimedia fuentes de la Delegación del Gobierno en Aragón.

La noche del lunes, Mur presenció en la prisión por televisión el partido de útbol Valladolid-Betis y luego jugó al billar. Se acostó, pero poco después de las dos de la madrugada se despertó gritando, con dolores, vómitos y convulsiones, ante lo que los funcionarios llamaron al médico, que hacía la guardia localizada, es decir, no se encontraba en la prisión.

El facultativo fue localizado en cinco minutos y, ante los síntomas, pensó que podía tratarse de un ataque de epilepsia y recomendó que le dejaran tranquilo mientras él llegaba. Cuando por fin lo reconoció el médico, el oven presentaba parada cardiaca.

Avisada una UVI móvil de los Bomberos de Zaragoza, sus sanitarios trataron de reanimar a Mur, pero todo fue inútil. El preso llegó al hospital Miguel Servet ya sin vida.