Según informa el Ministerio de Sanidad y Consumo en un comunicado, la realización de estos controles ha sido acordada mediante un convenio de colaboración firmado hoy por la directora general de Consumo y Atención al Ciudadano del Ministerio de Sanidad y Consumo, Ángeles Heras, y el presidente consejero-delegado de Paradores de Turismo de España, Antoni Costa.

En virtud del convenio, Paradores de Turismo de España va a implantar su sistema de calidad en todas las áreas de la compañía para ofrecer un producto turístico de calidad que sea imagen de la hostelería española a nivel internacional e instrumento de política turística del Estado.

Para alcanzar este objetivo, la empresa pública, dependiente del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, considera preciso implantar un proceso de análisis y control de los suministros facilitados por sus proveedores, y ha decidido que el organismo adecuado para realizarlo es el Centro de Investigación y Control de la Calidad del Instituto Nacional del Consumo, por su dotación de medios instrumentales, de métodos analíticos y por la calidad técnica de sus profesionales.

Según las previsiones, se analizarán unas 150 muestras al año, que en el ámbito de la alimentación incluyen carnes de vacuno, cerdo y cordero; derivados cárnicos, caza menor y caza mayor; pescado y marisco; y jamón ibérico (de Guijuelo, de Teruel, de Huelva y de Extremadura), además de variedades de café, aceite de oliva, lácteos, frutos secos y conservas vegetales.

Entre las muestras de productos no alimenticios figuran la felpa, la lencería de comedor y habitaciones; celulosas, productos de limpieza, y colchonería, almohadas y otros del ajuar propio de la hostelería.

Esta relación podría incrementarse, si así lo decide la comisión de seguimiento, un órgano paritario, que también se crea con el convenio.