En declaraciones a Servimedia, Dávila señaló que esta resolución es "muy importante, ya que es la primera vez que se reconoce que el maltrato físico a la mujer no es una agresión normal sino que lo que se está produciendo es una agresión contra la dignidad y la libertad de una persona".

"La sentencia", añadió, "sienta jurisprudencia y podrá ser tenida en cuenta en otros juicios similares. En primer lugar serviá para proteger a la víctima, y en segundo lugar, para que el agresor nunca quede impune".

Según Dávila, se trata de la primera sentencia que reconoce tan explícitamente que los malos tratos son "un problema social de primera magnitud", que sale del ámbito de lo privado a lo público.

La Sala Segunda de lo Penal del Tribunal Supremo notificó ayer una sentencia que interpreta la violencia doméstica como un delito grave distinto de las lesiones y pide que se aborde "como un problema social de prmera magnitud".

La resolución desestima el recurso de un condenado que pidió la anulación del fallo por estimar que los puñetazos dados a la mujer con la que convivía y a la hija de ésta eran faltas de lesiones ya prescritas.