Este organismo justifica esta afirmación en que el gaso de naturaleza corriente crece un 5,4 por ciento, frente a sólo un 2,3 por ciento que lo hace la inversión real.

A su juicio, "se avanza muy poco en la contención del gasto público", ya que para 1995 el 43,4 por ciento del PIB se dedica a gasto de las administraciones centrales, mientras que en el año en curso fue del 44,7 por ciento.

Esta reducción "obedece mucho más a la disminución de los recursos destinados a determinadas políticas como las de prestaciones por desempleo, a raíz de la mejora e la situación económica, y a la contención de niveles muy bajos en los gastos de inversión pública".

El Instituto reconoce como positivo que el conjunto de las operaciones de capital crezca un 7 por ciento, gracias al incremento de un 16,2 por ciento de las transferencias de capital, pero explica este dato por el aumento de recursos a Renfe, a través de la firma del contrato-programa con el Estado.

Afirma que las autoridades han justificado esta transferencia para que la compañía financie la mejra de las infraestructuras ferroviarias distintas del simple mantenimiento de la red, que el año próximo deberán ser asumidas por Renfe. El Instituto duda que se estén enmascarando de esta forma subvenciones de explotación.

El Instituto de Estudios Económicos asegura que del total del gasto de las administraciones centrales, el 87 por ciento corresponde a operaciones corrientes (37,7 por ciento del PIB), mientras que la inversiones reales se quedan congeladas en niveles del 2 por ciento del PIB.

Con este aumento tan escueto de la inversión pública, será prácticamente imposible que el Gobierno cumpla con el compromiso asumido en repetidas ocasiones de mantener el esfuerzo inversor de las administraciones públicas en el 5 por ciento del PIB", añade el informe.

También destaca que el Estado destinará 2,8 billones de pesetas a gastos de personal, lo que supone un incremento del 5,5 por ciento respecto al presupuesto inicial de 1994. De estos recursos, el 74,4 por ciento remunerarán al personal acivo y el 25,6 por ciento a las clases pasivas.