La lista de presos pertenecientes a bandas armadas listos para la excarcelación se entrega a principios de año a la Audiencia Nacional para que estudie las redenciones de condena y otorge o no el licenciamiento definitivo, es decir, confirme si los presos deben ser puestos en libertad en el tiempo previsto.

En la lista que este año entregó Instituciones Penitenciarias a la Audiencia Nacional sólo aparecían 20 nombres, de ellos 13 pertenecían a presos etarras condenados por el código nuevo, otros dos eran miembros de los grapo, y de los cinco restantes, ningún nombre coincidía con los históricos de ETA.

Por lo tanto ni los inductores del atentado del Hipercor de Barcelona, donde murieron 21 personas, como Domingo Troitiño, ni los del atentado en la casa cuartel de Zaragoza donde murieron 11 personas, como Henri Parot, u otros históricos de la banda entre los que destaca Antonio Troitiño, Mercedes Galdó, José Antonio López Ruiz, alias "kubati" o Josefa Ernagas, tienen prevista su excarcelación en los próximos meses.

En algunos casos, como el de Henri Parot acusado de los atentados de la casa cuartel de Zaragoza y condenado a 3.828 años de prisión, Instituciones Penitenciarias asegura que la excarcelación tampoco se producirá en los próximos años.

Esto se debe fundamentalmente a que algunos históricos de ETA, como es el caso de Parot, tiene pendientes numerosas causas, lo que impide que se realice un expediente de liquidación de condena. Hasta que no estén todas sus causas juzgadas, no se sabe el tiempo de condena real y, por lo tanto, tampoco el tiempo de redenciones aprobadas, aseguraron fuentes penitenciarias.

En otros casos, como el de Santiago Arrospide Sarasola, "Santi Potros", acusado a 1.560 años de cárcel por el atentado en la plaza de la República Dominicana de Madrid en 1986 y en el que murieron 12 guardias civiles, es casi impensable una pronta excarcelación, ya que Potros ha sido condenado hace poco tiempo y por muchas redenciones que pida y se le cumplan su tiempo en prisión será todavía muy dilatado.

Sin embargo Instituciones Penitenciarias hizo una salvedad y aseguró que aunque esto es lo que está previsto y lo que está por escrito, las redenciones de condena y especialmente en los presos etarras es un poroceso complicado en el que no caben las matemáticas.

La mayoría de los históricos de ETA hasta hace pocos años, finales de los noventa, se negaban a aceptar las redenciones de condena por considerarse presos políticos y no sociales, sin embargo estas directrices cambiaron y hay muchos presos pertenecientes a esta banda que ahora empiezan a pedir redenciones por cuestiones de hace años.

En estas situaciones es la Audiencia la que tiene que estudiar cada caso y derimir si aplican o no la redención, si se confirma la redención es posible que el tiempo previsto para la excarcelación del preso se modifique significativamente.