Según informaron hoy a Servimedia fuentes del organismo responsable de prisiones, en los cadáveres de los reclusos no se han hallado signos visibles de violencia, por lo que, al tratarse de presos que estaban en programas de metadona, todo indica que podría tratarse de un asunto d sobredosis o consumo adulterado de alguna sustancia, sin que este extremo pueda ser confirmado.

Frente a las acusaciones de los sindicatos de prisiones, Instituciones Penitenciarias ha negado que exista masificación, hacinamiento y falta de personal en el citado centro carcelario, problemas que contribuyen a que exista una alta conflictividad entre internos y funcionarios, según los sindicatos.

Fuentes sindicales consultadas por esta agencia aseguraron que la prisión sólo tiene capacidad para 1.08 presos y que actualmente hay 1.500 reclusos en Soto.

Por su parte, Instituciones Penitenciarias precisó que hay 1.490 presos en ese centro, y que a las 1.008 plazas (que además pueden convertirse en dobles) hay que sumar otras 72 dobles en ingresos, 72 plazas más en enfermería, y 70 en aislamiento, por lo que la capacidad operativa de la prisión es para 1.500 internos.

Además, los responsables de prisiones aseguran que la carcel de Soto se construyó desde el principio para acoger a presos prevntivos y no a penados, como argumentan los sindicatos. Estos mantienen que los presos preventivos son mas conflictivos y peligrosos y que la carcel no está preparada ni se concibió para ellos.

Aunque la Dirección General de Instituciones Penitenciarias no supo precisar el número exacto de funcionarios destinados en Soto del Real, subrayó que las plantillas son suficientes y que se trata de una cárcel muy moderna y bien equipada.