La declaración del inspector del Consejo, Sesé Tesifón, centró la atención del juicio. A pesar de que en su acta de inspección no se reflejó nada anormal, ese día el acelerador funcionaba mal. Las acusaciones particulares pidieron en su día el procesamiento de Tesifón y consideraron responsable al Consejo de Seguridad Nclear.

El inspector no verificó quiénes eran los operadores y si tenían licencia. Igualmente, tampoco revisó el panel de control ni el funcionamiento de la máquina: "Sólo era una inspección de control", señaló Tesifón.

A este respecto, uno de los abogados de la defensa de los trabajadores del Hospital le recordó que entre sus funciones está la de ordenar la paralización de los tratamientos si se detecta algún peligro: "Imaginemos que la máquina echa humo, ¿hace algo o no hace nada?" -le preguntó l abogado a Tesifón-. El inspector contestó: "Imagino que el equipo seguiría funcionando, por poner un ejemplo, con la puerta abierta".

Varios letrados de la acusación particular calificaron de "surrealista" y "contradictoria" la declaración de Tesifón, entre ellos el letrado Antonio Puertas, según el cual, el hecho de que un inspector mire por encima nada más el aparato le parece fuera de lugar, igual que no entiende que haya diferentes tipos de inspecciones.

En la sesión de la mañana de hoy decararon además dos testigos propuestos por la defensa de la física Araceli Hernández, que señalaron que los días 6 y 7 de diciembre la acusada estaba en el Pirineo y no en el hospital, como en su declaración afirmó el técnico de General Electric, Mariano Conte.