El objetivo de este plan es desarrollar un programa integral de accesibilidad en todas las instalaciones y vehículos de Renfe para la eliminación de barreras arquitectónicas que impiden o dificultan la movilidad de las personas con discapacidad física.

La inversión prevista para este año, unos 300 millones de psetas, será financiada al 50 por ciento por cada una de las partes.

Entre las mejoras realizadas hasta ahora cabe destacar la instalación de escaleras mecánicas y ascensores, la rebaja de bordillos hasta nivel cero, la reserva de plazas de aparcamiento, la creación de aseos para discapacitados y la instalación de teléfonos de ayuda en aparcamientos, pasos inferiores, vestíbulos y andenes.

Asimismo, el proyecto prevé la adaptación de vehículos de viajeros para su uso por personas en sillas de rueds, mediante la adecuación de 31 trenes a los que a partir de ahora será más fácil acceder, y que contarán con servicios autolimpiables. Además, se instalarán plataformas elevadoras en las estaciones para las sillas de ruedas.

Renfe, a través de la Unidad de Estaciones Comerciales, lleva a cabo un proceso que denomina "asistencia concertada", por el cual ofrece a los clientes necesitados de ayuda unas prestaciones personales cuando el viajero lo solicita.

Este acuerdo, que se enmarca en el conveni firmado entre Renfe y el Inserso en 1993, prevé, durante la década de los 90, completar los medios y recursos necesarios para lograr una mejora cualitativa de las condiciones de vida de las personas con discapacidad.