Estos teléfonos para sordos están compuestos por un ordenador, acplado a una línea telefónica, en el que la persona no oyente teclea sus mensajes y el ordenador los transforma en impulsos que son recibidos en un aparato similar de otra persona sorda o pueden escucharse en un teléfono normal de una persona que sí oye. En ambos casos, la comunicación se establece vía Madrid, donde se realiza la conversión de mensajes.

Los 137 aparatos que se instalarán en domicilios particulares serán financiados en un 50 por ciento por el Inserso y el resto podrá ser subvencionado pr la Junta, dependiendo de la capacidad económica de la familia.

Los centros públicos en los que se instalarán estos teléfonos serán los que decida la comisión mixta Inserso-Junta-Asociaciones de Sordos.